El artista chileno Alfredo Jaar lanza una pregunta desconcertante para toda Bogot??: ??Es usted feliz?

El disco 'The Dark Side of the Moon', de Pink Floyd, sali?? a la luz en marzo de 1973. Alfredo Jaar ten??a 17 a??os, cursaba su ??ltimo a??o de colegio en el Liceo Franc??s de Santiago de Chile y con su par de amigos, ??lex y Javier, sali?? de clase corriendo a la casa de Javi porque su hermano mayor hab??a comprado el ??lbum que defini?? la carrera de la banda brit??nica para siempre.

???Fue una revelaci??n. Para m?? era el disco m??s extraordinario que hab??a escuchado en la vida. Me volvi?? loco. Lo escuchamos por lo menos tres veces ese d??a. Y al d??a siguiente volvimos a escucharlo, porque no pod??amos sacarlo de la casa de Javier. Su hermano cuidaba mucho sus discos. Despu??s lo compr?? y, de hecho, todav??a lo tengo. En mi casa empec?? a escucharlo todos los d??as???, me dice Jaar en una llamada telef??nica desde su estudio, en Chelsea, al occidente de Nueva York, refiri??ndose al disco que titul?? y que fue banda sonora de ???El lado oscuro de la Luna???, la exposici??n que hasta el a??o pasado present?? el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile con el cuerpo de obra producido por Jaar entre 1974 y 1981.

El 11 de septiembre 1973, el general Augusto Pinochet encabez?? el golpe de Estado que arrebat?? el poder al gobierno de Salvador Allende. Jaar, prim??paro en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, continuaba obsesionado con la ic??nica obra de Pink Floyd. ???Segu?? escuch??ndolo como por dos o tres a??os sin parar. Ten??a enfermos a todos en mi familia. En mi casa me dec??an: ?????Alfredo, por favor, basta!???. Al final, era el lugar donde me refugiaba. Me iba a mi habitaci??n, escuchaba este disco y me olvidaba del mundo de la dictadura. Identifico hoy esa m??sica con ese momento tan tr??gico de mi vida???, apunta el artista invitado a la Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25.

La obra de Jaar ha estado en varias versiones de la Bienal de Venecia, la Bienal de S??o Paulo y Documenta en Kassel, y su trabajo hace parte de la colecci??n de instituciones como el MoMA, el Guggenheim, el Art Institute de Chicago, la Tate de Londres, el Centro Georges Pompidou de Par??s y el Reina Sof??a de Madrid. Fue profesor en Harvard, en Yale, en Columbia, en MIT y en NYU, entre otras universidades, pero por estos meses se prepara para abandonar los Estados Unidos. Despu??s de m??s de cuarenta a??os en la capital del mundo va a radicarse en Lisboa porque, como ??l mismo dice: ???No quiero vivir bajo la dictadura de Trump???.

Jos?? Roca, miembro del equipo curatorial de la BOG25 junto a Mar??a Wills, Jaime Cer??n y Elkin Rubiano, propuso para esta bienal colombiana dos etapas de Estudios sobre la felicidad, serie que Jaar gest?? entre 1979 y 1981, el peor momento de la dictadura seg??n el artista. Sin democracia y con la amenaza de la censura, era imposible hablar y protestar por lo que estaba ocurriendo. Para que no los arrestaran o los desaparecieran, hab??a que hacer un arte subversivo que los militares no entendieran, pero que enviara se??ales de resistencia y de esperanza. La po??tica ten??a que encontrar una manera cr??ptica para expresarse entre l??neas. ???T?? ibas a una galer??a y a veces era dif??cil entender lo que se dec??a. Entend?? en ese momento que no quer??a hacer arte para un peque??o grupo de intelectuales, porque no serv??a para nada resistir entre nosotros. Entonces quise salir a la calle???, se??ala el autor de ??Es usted feliz?, una obra que ahora est?? en vallas y eucoles de los paraderos del transporte p??blico bogotano y en el Palacio de San Francisco.

??C??mo surgi?? la obra, c??mo lleg?? a la pregunta?

En ese momento estaba leyendo un libro del fil??sofo franc??s Henri Bergson (Nobel de Literatura en 1927) que se llamaba La risa: ensayo sobre el significado de la comicidad. Era fascinante porque ??l hablaba de la importancia de la risa y de la felicidad como terapia. Basado en el t??tulo pens??: ?????por qu?? no hago un proyecto as??, que tenga un car??cter sociol??gico? Lo voy a llamar Estudios sobre la felicidad???. Ah?? se me ocurri?? crear este proyecto que consisti?? en siete etapas. Al principio sal??a a la calle a preguntarle a la gente si era feliz, sin hablar de la dictadura ni de la situaci??n pol??tica, sin hablar de nada, de manera muy abstracta.

??De qu?? manera lo implement???

Dise???? unos paneles en los que pon??a las respuestas, y para que la gente votara yo le daba una menta. Les dec??a: ???Si usted no quiere votar, le ofrezco una menta y usted se la come???. Era como un chiste, una cosa muy juguetona, justamente para evitar que los militares me tomaran en serio. Yo era un hippie, ten??a el pelo largo... entonces, si me paraban, iban a decir: ???Este loco est?? haciendo esto con unas mentas que ofrece a la gente y ya???. As?? empec?? a acumular informaci??n sobre cu??nta gente es feliz e infeliz. Poco a poco empec?? a desarrollar una etapa tras otra y le fui dando otro car??cter. Empec?? con la encuesta, despu??s hice retratos de gente feliz e infeliz y la cuarta etapa fue justamente las intervenciones p??blicas, donde me atrev?? a salir a la calle y propuse estos carteles. Al mismo tiempo que se ubicaron los avisos por la ciudad hice una instalaci??n en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago en la que se le ofrec??a a la gente la posibilidad de sentarse en una silla frente a una c??mara de video y de responder esta pregunta. Eso se grab?? y ahora est?? en el Palacio de San Francisco. Es fascinante o??r las respuestas porque ves que la gente dice cosas, pero nadie habla de la dictadura ni de los militares porque no se pod??a, hab??a censura y la gente ten??a miedo. Todos segu??an hablando de otras cosas y entre l??neas pod??as entender lo que estaban diciendo.

??Por qu?? se desanim?? de la arquitectura durante la universidad?

En quinto a??o la dej?? porque en ese momento estaba el neoliberalismo de Pinochet y los arquitectos hac??an cosas que yo encontraba horribles. Abandon?? la arquitectura y me fui a estudiar Cine en la misma Universidad de Chile, pero al rato cerraron el programa porque los militares lo consideraron un centro de sedici??n comunista. Estudi?? en un instituto independiente a donde los mismos profesores de la Chile se hab??an ido a ense??ar.

??Qu?? directores de cine lo influenciaron?

En esa ??poca yo estaba vuelto loco con Michelangelo Antonioni, con Jean-Luc Godard, con Theo Angelopoulos, con unos cineastas europeos y tambi??n estaba descubriendo a los brasile??os, como Glauber Rocha.

Obtuvo su t??tulo como cineasta, regres?? a la Universidad de Chile a terminar la carrera de Arquitectura y apenas obtuvo su t??tulo, huyendo de la dictadura, se fue en 1982 a vivir a Nueva York con el sue??o de dedicarse al arte. ??C??mo encontr?? el panorama?

Durante cinco a??os trabaj?? en una oficina de arquitectos para ganarme la vida. Para m?? era impenetrable el mundo del arte. No hablaba bien ingl??s e iba a las galer??as y a los museos y me preguntaba: ?????c??mo voy a penetrar esta escena cultural neoyorquina????. No era el mundo globalizado en el cual vivimos hoy, era muy cerrado. Solo exhib??an artistas norteamericanos o alemanes, nada de espa??oles ni latinoamericanos. Tampoco hab??a nombres asi??ticos ni africanos. Me propuse tratar de entender la escena para poder actuar en ella. Utilic?? la metodolog??a del arquitecto, porque para un arquitecto el contexto lo es todo. Y yo siempre he tenido este manifiesto en el que digo ???no voy a actuar en el mundo antes de entenderlo???.

??Qu?? concluy???

Que Nueva York tiene una vitrina que no tiene otra de las ciudades principales del planeta, pero que parad??jicamente se trataba de un mundo muy provinciano porque yo, que soy esencialmente un ser social y pol??tico, no ve??a ninguno de los conflictos que ten??a el mundo en esa ??poca, en los a??os ochenta. No los ve??a en las obras de arte. Pensaba: ???es muy autorreferencial lo que se hace ac?? y este tipo de arte no me interesa. Yo no vengo ac?? a hablar de m?????.

??En qu?? consisti?? su plan?

En traer el mundo a Nueva York. Me fui a la mina de oro Sierra Pelada en Brasil y estuve dos semanas ah?? fotografiando el trabajo brutal de los mineros. Fui el primer fot??grafo que estuvo all??, un a??o despu??s fue Sabati??o Salgado e hizo una serie muy conocida del oro. Al regresar se me ocurri?? hacer una instalaci??n p??blica en el metro de Nueva York. Yo viv??a en Soho en esa ??poca y la estaci??n que me quedaba cerca se llamaba 'Spring Street'. Al subirme me daba cuenta de que el vag??n estaba lleno de banqueros que iban para Wall Street a trabajar en su computador, a tratar con commodities como el oro. Quise mostrar la realidad del minero, que es explotado en unas condiciones horribles, para que esta gente del medio burs??til entienda de d??nde viene el oro y deje de ser una cosa abstracta para ellos. Hice la instalaci??n gracias a una beca que me gan?? y esa fue la obra que me puso en el mapa del mundo del arte. A ra??z de eso me invitaron a exponer en la Bienal de Venecia, en la Documenta y todo eso.

Su m??s reciente instalaci??n, que estuvo exhibida en Berl??n, se titul?? El fin del mundo. Intuyo que su postura filos??fica se acerca al existencialismo o al nihilismo???

(Risas). Mira, yo soy humanista. A m?? me interesa mucho el tema de los derechos humanos, de la democracia, de la justicia, de la libertad de expresi??n. Siempre he mirado el mundo con un lente humanista y sociopol??tico. Las obras que hago reaccionan al entorno en el cual soy invitado a participar. La ??ltima obra simplemente responde al contexto actual en el que nos encontramos. Son tiempos muy oscuros. Hay un fascismo emergente en el mundo entero, hay un problema grave en cuanto a los recursos naturales de la Tierra, que se est??n acabando y est??n siendo dominados por ciertos pa??ses que van a ser responsables de las guerras que vienen.

??Vivimos el peor momento de la humanidad?

S??, porque cre??amos que exist??a el bien y el mal, cre??amos que hab??a un orden natural, que los derechos humanos eran importantes, que hab??a leyes, que est??n las Naciones Unidas, que est?? la Corte Internacional??? que hab??a, digamos, un orden ??tico en el mundo. Y lo que ha ocurrido en los ??ltimos a??os ha destruido todas esas ilusiones.

??Es usted feliz?

Por supuesto que no. Leo las noticias, leo lo que pasa a mi alrededor y es incre??blemente deprimente. Soy intelectualmente muy pesimista. Pero no me puedo quedar en ese lugar porque ah?? no hay salida. La ??nica manera de salir de ese pesimismo es seguir trabajando, y eso se hace con la voluntad. Pero no con el intelecto, porque el intelecto no est?? convencido de que vamos a cambiar el mundo, aunque yo sigo siendo artista porque creo que es el ??nico lugar desde el cual puedo cambiar el mundo.??