Entrevista

'Las nuevas generaciones solo conocen el 'yo'. No hay c??mo sacarlos de ah??': Mario Mendoza

Entrevista con el escritor a prop??sito de la nueva edici??n de 'Satan??s' y de la serie que Netflix estrenar?? en diciembre sobre Campo El??as Delgado.

Mendoza estuvo al tanto de los ocho cap??tulos que conforman la nueva serie de Netflix, 'Estado de fuga 1986'. Foto: CEET

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Fueron quince a??os de escritura. En cuadernos escolares de hojas rayadas, Mario Mendoza fue plasmando con paciencia lo que ser??a el manuscrito de Satan??s , la novela que gira en torno a la historia de Campo El??as Delgado, el excombatiente de la guerra de Vietnam que el 4 de diciembre de 1986, en Bogot??, asesin?? a veintinueve personas y caus?? lo que se conoce como la ???masacre de Pozzetto???. Como tel??n de fondo de la novela, una ciudad oscura y ca??tica en la que tambi??n terminan hundidos los dem??s protagonistas.??
Satan??s se public?? originalmente en 2002 y recibi?? uno de los premios literarios m??s prestigiosos de habla hispana: el Biblioteca Breve de Seix Barral. A partir de ese momento, sin embargo, Mendoza se llev?? un reconocimiento todav??a mayor: la compa????a de miles y miles de lectores que no lo han abandonado. Ahora se publica una edici??n especial de la novela, que incluye textos que su autor ha escrito durante los a??os siguientes y que le han servido para reflexionar sobre esta historia. Esta nueva edici??n tambi??n coincide con el pr??ximo lanzamiento de la serie de Netflix que tendr?? como eje a Campo El??as Delgado: ocho cap??tulos bajo el t??tulo de Estado de fuga 1986,?? que se ver??n a partir de diciembre y que contaron con la producci??n ejecutiva del escritor bogotano.??

??Qu?? significa para usted volver a Satan??s , repensar esta novela?

Me demor?? mucho escribi??ndola. M??s de lo que deb??a. No solo porque era joven e inexperto, sino porque no sab??a c??mo se llamaba ese tipo de asesino. Campo El??as no era un asesino serial, no ten??a un patr??n f??cil de determinar. Fue hasta la matanza de Columbine, en el 99, cuando a los psiquiatras se les dispararon las alarmas y empezaron a utilizar un t??rmino: s??ndrome de Amok. Se fueron a la literatura, a la vieja novela de Stefan Zweig, y ah?? encontraron las claves del spree killer , del asesino itinerante, una persona que no tiene un patr??n, que estalla de un momento a otro. A partir de ah?? comenc?? a entender la naturaleza de Campo El??as. Hoy ese tipo de asesino est?? por todas partes. Nuestra ??poca podr??a ser definida por el spree killer .??

Los psiquiatras explican, adem??s, el impacto que tiene el entorno social en este tipo de asesinos...

Eso es lo que m??s me interesa del tema. Los psiquiatras han analizado la presi??n del establecimiento sobre el sujeto para conducirlo a su acci??n. Existe una corresponsabilidad social en el entorno. Antes se dec??a: el tipo es un psic??tico, un enajenado, un paranoico con visos esquizoides, etc. Al se??alarlo y nombrar una patolog??a se le pon??a ???por fuera de???, mientras todos los dem??s est??bamos bien. Pero el s??ndrome de Amok dice que tenemos una corresponsabilidad y ah?? el asunto ya no es tan sencillo. Nos lleva preguntarnos qu?? hubi??ramos podido hacer para no conducir al sujeto hasta donde lo llevamos.

Eso sorprende respecto a su conexi??n con Campo El??as Delgado. Usted comparti?? con ??l a??os de universidad, hablaban de literatura en la facultad de la Javeriana; incluso lo vio poco antes de que ??l empezara su matanza. Durante mucho tiempo, usted tuvo sentimiento de culpa y precisamente se preguntaba ???qu?? hubiera podido hacer??? para evitar lo que pas??...

No he conversado al respecto con gente de la ??poca, pero creo que eso debi?? pasarnos a todos. Supongo que los profesores de la universidad, sus directivas, tambi??n debieron quedar bastante trastornados. A m?? me afect?? mucho porque pens??: si algo hubiera sido distinto, ????l hubiera actuado de otro modo? Incluso he intentado recordar c??mo era yo entonces, si era emp??tico, si era afectuoso. Porque yo estaba en unas condiciones de juventud muy dif??ciles. Me hab??a endurecido mucho y era distante, apartado. Bogot?? es una ciudad que termina machac??ndote y en la que se necesita usar un caparaz??n como mecanismo de defensa. No creo que yo haya sido un individuo f??cil. ??Habr?? afectado en ??l mi dureza, mi falta de camarader??a? ??Fui buen amigo? No s??. No tengo respuesta para eso. En ese examen de conciencia no s?? si salgo bien librado o no.

Portada de la nueva edici??n de la novela, editada por Planeta y con textos nuevos de Mendoza. Foto: Archivo Particular

Bogot?? termina siendo eje de la novela. Queda evidente esa dureza, el caos de una ciudad que termina por impactar en todos los protagonistas, no solo en Campo El??as...

Crec?? en una generaci??n que segu??a guardando un complejo de inferioridad con respecto al primer mundo. Exist??a el mito de Par??s, que las generaciones anteriores de escritores lo hab??an cumplido a carta cabal. Pero r??pidamente me di cuenta de que eso no funcionaba de ese modo, que Europa era un continente cansado y que al final del milenio todo se estaba dando la vuelta. Si hoy en d??a uno quiere ser moderno, no se va a escribir a Barcelona, ni a Par??s ni a Nueva York. Uno mira hacia la ciudad del tercer mundo. Ya no es que alg??n d??a, si hacemos aqu?? las cosas bien, nos vayamos a parecer a Suiza. Es al rev??s: nosotros no vamos hacia all??, ellos vienen hacia ac??. Europa cada vez se parece m??s a Bogot??. Estados Unidos ya tiene un mill??n de n??madas que viven en trailers . Si es as??, si estamos en esa desmesura, nosotros vamos adelante y el primer mundo est?? atr??s. Eso que vemos tan obvio hoy, yo lo tuve claro en los ochenta. La gente no entend??a por qu?? me quedaba a escribir desde Bogot??. Yo sab??a que desde aqu?? iba a poder construir el caos de una obra que esperaba que se anticipara a lo que iba a suceder. Volver a Satan??s hoy es volver a ese escritor de 30 a??os que ya pensaba todo eso.??
Creo que Satan??s sigue dando en el blanco de algo, y es en esa psicolog??a que est?? al l??mite y que es capaz de atrocidades inenarrables por la presi??n del entorno.
mario mendoza Escritor

Tambi??n ten??a claro que el libro no iba a gustarle a cierta intelectualidad, y que para recibir el s?? de la academia deb??a seguir un canon que a usted no le interes??...

Yo ven??a de la academia, hab??a sido profesor, respetaba las normas. Precisamente escribiendo Satan??s me di cuenta de que el canon era muy acartonado. Que era como Europa, una se??ora rancia con modales elegantes pero pasados de moda. Entonces dije: ??qu?? hago? De alguna manera ten??a que matar al que hab??a sido. Matarme a m?? mismo. Si quer??a ser verdaderamente creativo, ten??a que ir contra el canon. De lo contrario iba a crear una escritura muy elegante, distinguida, bien vestida, pero eso no era lo que buscaba. Yo quer??a entrar en la desmesura de la ??poca. La novela gr??fica, el c??mic, el rap, el melodrama televisivo. Claro, si eres un intelectual de oficio, todo eso lo miras con desd??n.??

Mendoza tard?? quince a??os en escribir Satan??s . En 2002, la novela obtuvo el Premio Biblioteca Breve. Foto: CEET

Ah?? la pregunta tambi??n es para qui??n se quiere escribir...

Por supuesto. Porque si escribes para los cr??ticos y quieres que la academia te aplauda, pues te dedicas a eso. Yo buscaba escribir para todo el mundo. Quer??a tener lectores que fueran cajeros de banco. Hace poco me contact?? una lectora que es una mujer que hace aseo en un colegio. Que ella vea algo significativo en mis libros me parece muy importante. Como escritor he intentado eso: con un lenguaje de f??cil acceso, sin retorcimientos ni adornos, ahondar en la ??poca de manera significativa. Darle luces al lector y que de un momento a otro diga: esto no se me hab??a ocurrido, no hab??a visto eso de este modo. Para lograrlo hab??a que ser un renegado, cancelar el canon, hacerse a un lado. Sin interesarse en los premios o en los reconocimientos. Solo en ser creativo de verdad.
Yo, yo, yo, yo. Las nuevas generaciones solo conocen el pronombre personal de primera persona del singular. No hay c??mo sacarlos de ah??. Si vas hacia la entrop??a con una megaloman??a generalizada, no hay manera.
mario mendoza Escritor

Y sin embargo con Satan??s gan?? un premio tan prestigioso como el Biblioteca Breve de Seix Barral, que en ese momento despert?? comentarios. Incluso le preguntaron si era que ten??a detr??s un agente literario que se hab??a movido para lograrlo...

Y yo no ten??a agente. Mira, no s?? si esto sucedi??, pero siempre he cre??do que pudo ser as??: en el jurado de ese a??o hubo dos lectores, Guillermo Cabrera Infante ???muy cercano al soap opera, a las formas populares??? y Pere Gimferrer ???un poeta catal??n supercreativo y abierto???, que eran tipos que se hab??an desmarcado y buscaban otros registros. De pronto ellos pudieron jalar hacia Satan??s y defendieron la novela. Para m?? ese premio fue una enorme sorpresa. Pero tambi??n me signific?? que la academia me mirara de reojo, o con franco fastidio. Y sigue haci??ndolo. Est?? bien. Uno no puede pretender que lo acepten en todos los espacios.

Volviendo a Campo El??as Delgado y a los spree killers. ??C??mo explica que cada d??a se vean m??s y m??s casos???

??Cu??ntas tiroteos masivos lleva Estados Unidos este a??o? M??s de trescientos. La l??nea de entrop??a va en aumento y ya no tiene freno. Hubo un momento en el que hubi??ramos podido parar, que fue la pandemia. Ese fue el punto de giro. Ah?? pudimos frenar y decir: hagamos un examen de conciencia y miremos hacia d??nde nos dirigimos. Nada, no fuimos capaces. Lo ??nico que quer??amos era que se levantaran las restricciones y seguir en m??s de lo mismo. De ah?? en adelante vino la guerra de Ucrania, se agudiz?? la del Medio Oriente, los spree killers empezaron a multiplicarse vertiginosamente. Pasamos el punto de no retorno y me parece peligroso que la gente crea que se trata de una crisis m??s. Porque no es as??: esta vez no la vamos a lograr. Somos ocho mil millones de personas en el planeta. Cuando un sistema cerrado va hacia la entrop??a, tiende a colapsar para regenerarse y producir algo nuevo. Pero antes de volver a surgir tiene que ir hacia la autodestrucci??n.

??Para all?? vamos?

Es inevitable. Claro, uno se puede resistir, pero en lo minoritario.

??C??mo ser??a esa resistencia?

Las ferias del libro, por ejemplo, son movimientos de resistencia civil en lo minoritario. Ah?? no queremos agredirnos, no queremos matarnos, no nos insultamos, no importa si somos de izquierda o de derecha. Los clubes de lectura, las casas de la cultura, las bibliotecas p??blicas. Todo eso me parece resistencias desde lo minoritario. Pero, claro, eso no va a cambiar el rumbo. La l??nea macro va hacia el desastre. ??C??mo se comporta uno como escritor en esas circunstancias? Creo que Satan??s sigue dando en el blanco de algo, y es en esa psicolog??a que est?? al l??mite y que es capaz de atrocidades inenarrables por la presi??n del entorno.

Mario Mendoza comparti?? tiempos de universidad con Campo El??as Delgado. Sol??an hablar de literatura. Foto: CEET

Hay una frase en la novela: ???Qu?? es lo que pasa en este pa??s que parece irremediablemente condenado a la ruina y la desdicha???. Parece que sigue muy vigente, ??no?

Y a nivel mundial. Llevamos veinte a??os de redes sociales y de mundo virtual y empezamos a ver las consecuencias. Hay una psicosis digital. Porque lo que hacen las redes y la inteligencia artificial es multiplicarte el yo. Cuando entras a Gemini o a Chat GPT, la que sea, te leen r??pidamente. Tus gustos, tus intereses, tu inclinaci??n pol??tica, todo. Y te entrega m??s de lo mismo. Es decir, cada vez te pareces m??s a ti. Pero resulta que el aprendizaje es exactamente lo contrario: es ir a las orillas de los que no piensan como t??, poner en tela de juicio tus propias ideas. Al ser confrontado, uno crece. Al perder una discusi??n, uno crece. Pero eso no funciona con la inteligencia artificial. Ella te caramelea, te va enjaulando, te va encapsulando. Yo, yo, yo, yo. Las nuevas generaciones solo conocen el pronombre personal de primera persona del singular. No hay c??mo sacarlos de ah??. No saben qu?? es el t??, el ??l, el ella, el nosotros, el vosotros. Si vas hacia la entrop??a con una megaloman??a generalizada, no hay manera. No hay que ser profeta para saber que la violencia y la confrontaci??n ir??n en aumento. Si el mundo hubiera mejorado, Satan??s ser??a un dato del pasado. Pero no. Hoy es m??s vigente que nunca.
MAR??A PAULINA ORTIZ
Cronista de EL TIEMPO

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